Tenemos ante nosotros un sarcófago paleocristiano del siglo IV, siglo en el que el Cristianismo se hace legal en el imperio Romano en este siglo gracias al emperador Constantino.Es de autor desconocido, por el contenido iconográfico del mismo se le conoce como sarcófago dogmático. Muy relacionado con los nuevos dogmas de fe presentes en el Concilio de Nicea (325) por lo que este sarcófago es posterior.
El sarcófago era la forma de enterramiento más usada en ese siglo no sólo entre los cristianos, pero principalmente por ellos. En este caso es un sarcófago de escenas separadas aunque no mediante elementos arquitectónicos como columnas,etc. Las mismas se distinguen claramente encontrándonos las siguientes.
Friso superior: Escenas del Antiguo Testamento, tales como el juicio de Salomón, la expulsión del Paraíso, relacionada con el pecado y otros del Nuevo Testamento como las bodas de Caná, el milagro de los panes y los peces y la resurrección de Lázaro (prácticamente perdida)
Friso inferior: Escenas del Nuevo Testamento como la adoración de los Reyes Magos, varias escenas refrentes a San Pedro y Daniel en el foso de los leones.
La lectura es compleja pero, hay varios temas importantes como la naturaleza divina de Cristo y la consubstancialidad de Cristo, esto es, la presencia de Cristo junto a Dios desde el principio de los tiempos. El otro es la importancia de la Iglesia reflejada en Pedro.
En cuanto a las figuras nos encontramos con una obra típica del siglo IV, principalmente por la importancia del volumen de las figuras y la belleza formal de las mismas, como se puede apreciar en el Daniel. Los pliegues se realizan de una forma creíble y el movimiento, que no es demasiado violento, se trata también de forma realista como en el prendimiento de Pedro. Por último recordar que en las múltiples ocasiones en las que aparece Cristo adulto (también lo hace siendo niño) es de tipo helenístico.
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